Un canario que toma vuelo…

Se abre el telón y aparece Pedri, el maestro de una función llamada fútbol. Este joven talento del Barcelona no solo trae magia a la cancha, ¡sino que ahora también pasa a lo Houdini en tareas defensivas! El partido contra el Atlético de Madrid fue la obra maestra que todo culé estaba esperando. Pedri se transformó en un pulpo de mil tentáculos: llevando el balón, marcando goles (¡un tanto inolvidable al minuto 20!), y hasta probando suerte con un par de remates más. Sí, ese mismo Pedri que más que un mediocentro, ya es un saladillo esencial de habilidades en el equipo azulgrana.

Tal parece que el canario se ha graduado del Hogwarts del fútbol, porque sabe lo que el Barcelona necesita en cada fase del partido: magia, pausa y hasta defensa si es necesario. El martes se puso el sombrero de Sherlock para recuperar 13 balones, soltó su varita mágica para dar 66 pases (10 de ellos fallidos, pero los magos también tienen sus fallos), y demostró estar en plena forma física. Pero como todo héroe, también tuvo su kriptonita: perdió la marca en el gol inicial del Atlético… vamos Pedri, ¡que no eres de goma!

Ahora, cuando Pedri habla en la rueda de prensa, se convierte en una mezcla entre crítico de cine y político. «A lo mejor esa línea de fuera de juego muy alta no era la mejor idea», comentó con picardía tras el partido, cual catedrático que corrige un examen. Eso sí, no perdonó y destacó la recuperación del equipo durante el partido.

El Barcelona ya sabe que tiene un líder sobre la cancha y fuera de ella. Tras la salida de Sergi Roberto, Pedri puso un pie en el consejo de ancianos del Barça, esos que llevan el brazalete de capitán con tanto orgullo. Y la leyenda se propaga cuando el canario vuelve a Las Palmas, donde es recibido como un héroe retornando a su hogar tras batallar contra los molinos de viento.

Si miramos las estadísticas, la calculadora hasta suda: lo de Pedri con el Barça va más allá de números, ¡es pura poesía! Desde su debut, sus apariciones en el verde no han parado de crecer. Con 38 partidos ya bajó la primera persiana, y todavía quedan 13 más en LaLiga, dos en Champions y uno en Copa. El canario no se guarda nada y parece que eso de «rotación» no está entre sus temas favoritos. Las gastroenteritis, esas sí logran pararlo, pero es lo único que puede. Mientras, va subiendo la apuesta anotadora hacia brillantes cielos celestes de goles y asistencias. Si en la 20-21 dejó su nombre en 4 goles y 6 asistencias, esta temporada parece querer romper el aurresku de goles del mismísimo Messi.

Este Pedri 180 grados es como una navaja suiza con botas: potente, siempre útil, y con una sorpresa para todo despistado que se le cruce. En un mundo donde el fútbol necesita más artistas y menos estructuras, el canario del Barça vuela alto en un firmamento donde el balón es lo único que importa. Bravo, Pedri. Bravo.