El fútbol se toma un descanso… forzado…

El esperado Barça-Osasuna se ha convertido en el mayor acto de desaparición desde que Houdini dejó la escena. Con el equipo azulgrana listo para enfrentar a los de Pamplona, una noticia inesperada hizo que los planes se salieran de control más rápido que un gato salpicado por agua.

El Barcelona, en un sorprendente giro de eventos, pidió el aplazamiento del partido. Al parecer, el destino decidió hacer una jugada maestra fuera del campo que dejó a todos, desde jugadores hasta aficionados, rascándose la cabeza. La entidad azulgrana simplemente dijo «no se juega» antes de que pudieran siquiera terminar de atarse los cordones.

Con todos listos en el estadio Olímpico de Montjuïc, la atmósfera se convirtió en una pausa involuntaria. Los futbolistas azulgranas salieron a calentar, aunque probablemente acabaron más fríos que un helado en el polo norte, ya que un cambio inesperado mandó a todos de vuelta al vestuario, haciendo que el partido tenga que buscar una nueva fecha en el calendario. ¡Un aplauso por el misterio del fútbol!