Los entrenadores sufren para completar el álbum de figuritas…

Este martes, en el majestuoso Montjuïc, Barcelona y Benfica pelean como leones por un billete a cuartos de la Champions League. Los culés lideran gracias a su triunfo minimalista (1-0) en Lisboa, pero vamos, no es como si estuvieran cómodos en su sofá. El misterioso Flick y el estratega Lage enfrentan este duelo como quien arma un rompecabezas con piezas faltantes.

Flick, el líder de la banda azulgrana, tiene una lista de bajas más larga que su lista de la compra. Pau «Tarjeta Roja» Cubarsí se queda en casa, mientras Christensen, Bernal, y Ter Stegen disfrutan de unas vacaciones forzadas. No obstante, Araujo, el hombre multiusos, listo para reparar el agujero en la defensa.

En la acera de enfrente, Lage llora la ausencia del mago Di María, junto a Bah y Manuel Silva, quienes harán equipo en la enfermería. Carreras, otro sancionado, dejará espacio en el autobús del Benfica que, muy probablemente, será conducido por Otamendi, ese hombre que siempre tiene un plan.

Alineaciones provistas tipo tetris, y que el mejor remiendo gane, o que al menos no se deshaga el equipo por el camino. ¡El balón decide!