El ex azulgrana se enfrenta a su propio «VAR judicial»…

Gerard Piqué, nuestro defensor preferido, cambió el césped por los pasillos del juzgado. Este viernes, mantuvo el marcado 0-0 en respuestas ante los periodistas al acudir al tribunal de Majadahonda. El motivo: aquel negocio que circuló más que el balón en la Supercopa de Arabia Saudí. Se nota que Piqué sigue al pie de la letra su lema de no dar entrevistas… ni declaraciones judiciales.

Al más puro estilo de gala del Balón de Oro, Piqué llegó de punta en blanco, saludando a su nuevo público en toga. Ya sin uniforme blaugrana, se le investiga junto a su antiguo compañero de dirección técnica, Luis Rubiales. La ficha: una primita nada despreciable de 4 millones anuales que, si olvidamos el balón, rodó por los cheques de su empresa Kosmos.

Por si fuese poco, se habla de «posibles ilegalidades» más caóticas que una prórroga de Champions. El acuerdo entre la Real Federación Española de Fútbol y los saudíes de Sela Sports está bajo la lupa. Y es que Piqué, aún defendiendo en algún terreno de juego, parece que jugó otra liga en los despachos junto a su entonces jefa recurrente, la RFEF. ¡Ale, a cortar el césped judicial!