El portero polaco se jubila de su selección…
¡Ayowie! Wojciech Szczesny, el nuevo guardián del arco culé, ha decidido colgar los guantes pero solo de la selección polaca. Mientras su compatriota y cuate Robert Lewandowski se calza las botas para Polonia, Szczesny está tirado en el sofá con una camiseta del Barça y un mando a distancia. Según cuenta, el portero decidió que los partidos internacionales ya no son lo suyo, prefiriendo centrarse en abrazar los goles de LaLiga, Champions y el jamón ibérico.
Desde que su amigo Ter Stegen se lesionó, Szczesny ha jugado más partidos que los lunes tiene la semana, acumulando paradas como si fueran pegatinas. Su currículum grita experiencia de sobra, pero el piropo más grande viene del entrenador Hansi Flick, quien aseguró que Szczesny tiene el don de la ubicuidad: paradojas del deporte, quizás.
El Barça está encantado con su nuevo fichaje y ya le han ofrecido quedarse un año más, pero Szczesny se lo está pensando, quizás dudando entre seguir las olas de La Barceloneta o jugársela un verano más en Europa. Probierz, su exjefe de selección, sigue esperando una llamada de regreso, pero por ahora Szczesny y Polonia son como el agua y el aceite. ¿Volverá algún día? ¡Que no se os atragante el bocadillo esperando!