El MVP que llegó a lo grande…

¡Atención, fanáticos del balón redondo! Resulta que el Borussia Dortmund ya no es solo el equipo amarillo que nos hace sufrir en octavos de Champions. ¡No, no, señores! Ahora también es el club que marcó el inicio de las hazañas galácticas de Lamine Yamal. El joven prodigio del Barcelona conquistó por fin su primer título de MVP en la prestigiosa Champions, mientras convertía el campo en su sala de juegos favorita. Y todo eso, por supuesto, en un casual martes de diciembre.

Cuenta la leyenda que Pau Cubarsí, el místico adivinador de MVPs del Barça, no solo le otorgó el brilloso trofeo, sino que también predijo que sería el primero de muchos galardones para Yamal. ¿Un vidente? Puede ser, porque poco después el extremo volvió a subirse al podio, esta vez cortando la red del Atalanta. El chaval parece romper récords como quien arrasa el buffet de un hotel. La temporada pasada, el pobre Yamal se mordía las uñas viendo pasar meses sin un MVP. ¡Pero todo en la vida cambia, y vaya que este chico lo sabe!

Y ahí lo tenemos en su partido estrella, contra el Borussia Dortmund, regalándonos una asistencia más sutil que el susurro de una abuela diciendo que comamos más. Con un estilete exterior del pie, Lamine dejó al público boquiabierto, como si hubiera parado el tiempo. Mientras tanto, nuestro querido Raphinha había acumulado ya más MVPs que monedas en el bolsillo de un optimista. En fin, una historia de Champions que nadie olvidará, llena de magia, goles y la sensación de que Yamal ha llegado para quedarse y seguir rebobinando el tiempo en cada partido.