Flick elogia hasta la sopa de Iñigo…
La temporada de Iñigo Martínez está siendo tan épica que hasta el Muro de Berlín se le ha quedado corto. El vasco, cual caballero del fútbol, ha convertido la defensa en su reino y ayer en Butarque hasta Munir se quedó asombrado. Según Hansi Flick, el técnico que elogia más que una abuelita en Navidad, Iñigo debería ser asignatura obligatoria en las escuelas de fútbol. «Es un líder tan absoluto que hasta las estatuas de los parques quieren un autógrafo», declaraba Flick mientras ensayaba poses para su admiración a distancia.
Pero ojo, que Iñigo no solo anda cosechando piropos de Flick cual influencer en Instagram, sino que además celebró una jugada con Munir como si hubiera ganado el Bocata de Chistorra de Oro. Flick, que parecía gritar «¡Olé!» en su idioma natal, confirmó que la defensa fue una fiesta, y que el último movimiento de nuestro héroe vasco fue digno de un golazo invisible. Esta acción demostró que Iñigo es el cerrojo del equipo, o mejor dicho, el candado con código que nadie puede descifrar.
Eso no es todo, amigos, porque Iñigo ya ha jugado el doble de minutos que la temporada pasada, como si estuviera en un desafío infinito de maratón. Lleva 3.330 minutacos en 39 partidos, lo que hace preguntarse si en realidad tiene un gemelo oculto haciendo horas extras. Con estas cifras, no sería de extrañar que en el 2023-24 reemplace al reloj de la Puerta del Sol, ¡que tiembla el cronómetro! Así que, mientras sus compañeros del Barcelona sacan sus chaquetas, Iñigo se pone la armadura y sale a comerse el tiempo a lo grande en el rectángulo verde.