Héroes, milagros y futbolistas cansados…
El bueno de Niko Kovac parece estar invocando a todos los santos del fútbol para el próximo partido. Y no es para menos: enfrentar al Barcelona de este año es como preguntarle al Minotauro cómo salir del laberinto. ¡Ese Barça no ha perdido ni a las canicas! El entrenador del Borussia Dortmund, después de mover las piezas en su tablero de ajedrez, dejó el enigma de Emre Can flotando como un globo en el aire, pues el pobre lleva semanas peleando con su aductor como si se tratara de la final de un reality show de masajes deportivos.
En la ida, el resultado fue un contundente 4-0 a favor de los culés, lo que parecía más una oda a la desesperación que un partido de fútbol. Kovac tiene claro que su equipo debe salir a jugar con más determinación que un gato intentando atrapar un láser. ¡Y sólo con un milagro digno de un guion de película de Hollywood podrían dar vuelta a la tortilla! Pero, hey, nunca subestimes el poder inspirador de un entrenador que sabe activar el modo héroe de sus jugadores.
Felix Nmecha también está en la lista de los convocados a la fiesta milagrera. Kovac reconoce que el joven ha evolucionado como jugador, mucho más que el teléfono de tu abuela pasando de cien pesetas a euros. No obstante, después de una lesión, Felix todavía tiene más achaques que un festival de señoras contando sus batallas médicas. Pero no importa, porque cuando ruede el balón, todos estarán dispuestos a morir en la raya o, al menos, conseguir el impulso necesario para que la hinchada les aplauda hasta romperse las manos. ¡Que la épica comienza mañana!