Un Parque Atrapado en el Mar de Aficionados…

Imagina un lugar donde los pedidos de entradas son más populares que los abrazos en San Valentín. Pues ese lugar es el majestuoso Signal Iduna Park, que bien podría ya tener una página en el libro Guinness con esas 300.000 solicitudes para ver al Borussia Dortmund contra el Barcelona. El estadio parece salir de un cuento de hadas donde el hada madrina decidió convertir calabazas en entradas, pero lamentablemente solo habían 81.365 asientos encantados. Una pena para los otros miles de príncipes sin caballo blanco.

Tras la insignificante velada de 4-0 en el Montjuïc (¡nada que ver con el WiFi de tu vecino!), los fans alemanes están listos para transformar la grada en una ópera de emociones. Si creías que sus cánticos eran cosa del pasado, espera a ver cómo reviven a los viejos grillos orquestales. En resumidas cuentas, el Borussia necesita un milagro digno de las películas de Disney. Aunque el Barcelona viaja con un cartel que dice «casi sentenciado», no subestimen el poder de una ciudad donde hasta los semáforos visten la camiseta amarilla del equipo.

El enigma que ronda por todos lados es cómo los locales y el técnico Kovac esperan sacudir el marcador. En una rueda de prensa más emocionante que ver una caja de galletas vacía, Kovac soltó que la clave está en hacer que la afición parezca un episodio épico de gladiadores. En otras palabras, ¡corre, salta y baila con pasión y espera que la afición también crea que esos 300.000 aplausos virtuales hayan sido una profecía futbolística en su favor!