Partidos con más goles que un videojuego de FIFA…

Hansi Flick apagó las velas el martes en Dortmund por sus 50 partidazos sentado en el banquillo del Barça. Y aunque se chupó un limón con derrota alemana, sus números en el medio centenar son más escandalosos que un gato con botas. El Barça no solo lidera LaLiga, sino que tiene más finales a la vista que un buffet libre. Conquistaron la Supercopa al estilo Indiana Jones, y las derrotas son más raras que una bicicleta con motor. El Barça de Flick ha hecho tanto ruido que puedes oírlo desde Plutón.

En cuanto a goles, Flick parece tener contratado a un grupo de mariachis implacables. Con 147 dianas en 50 encuentros, esa media de casi tres goles por partido es como una receta secreta de abuela, siempre funciona. Resultados como 7-0 al Valladolid y 7-1 al Valencia nos hacen pensar que Flick tiene más poderes que un superhéroe con capa invisible. Eso sí, los 51 goles en contra son como esos mosquitos que arruinan una noche veraniega perfecta.

Sorprendentemente, Koundé ha sido al Barça lo que el arroz a la paella, indispensable en todos los encuentros. Pedri es el cambio exprés del entrenador, como esos snacks que desaparecen rápido. Sin embargo, Ansu Fati y compañía están viendo más banquillo que estadio, algo que ni Houdini podría resolver con un sombrero de copa. Con apenas dos fichajes nuevos, Flick ha transformado a los jugadores del Barça como si los hubiera pasado por una máquina de hacer churros, dejando dulce todo lo que toca.