Descartado Nico: la era de Flick…
El Barcelona anda más tieso que un espagueti crudo y, para variar, su cuenta bancaria tiene telarañas. En su afán por planificar la temporada como si fuera una partida de Monopoly, el club ni siquiera puede entrar en la regla 1:1. ¡Una pena, porque suena a ganar un uno contra uno sin despeinarse! Resulta que Deco, cuya mente es un torbellino de ideas descabelladas, confía en que los palcos vips -algún día, en alguna galaxia no tan lejana- sean terminados por Limak, para que LaLiga haga un despliegue épico de ‘Fair Play’.
En el interludio, con Flick empujando del carro, el club ha decidido que Nico Williams no será el próximo salvador de los blaugranas. El chaval del Athletic se quedó con un pie en Barcelona y otro en Bilbao, dando a entender que prefiere el abrazo de San Mamés antes que el calvario de los fichajes imposibles. Entre tanto, la operación Dani Olmo está en modo «Adelántale, fichaje», similar al turbo de un carrito de la compra.
Mientras, Ferran Torres y Lamine Yamal se ríen en la cara de la necesidad de un extremo nuevo. El Barça decide que Raphinha, como el algodón, no engaña. Y si Flick dice que Lewandowski tiene contrato, pues ni pensar en un delantero. Es el ciclo de la vida… azulgrana, al menos, hasta que olisqueen nuevas oportunidades entre rondas de café y palcos por construir.