El andaluz soñador a la carga de Champions…

Fermín, el mediocentro azulgrana con más sueños que un oso invernando, ha elegido su gol como si de Troya se tratara: ese que le metió al Real Madrid en medio de un rodeo en Dallas. Ahí donde los vaqueros ni vieron llegar el balón. Dice que de pequeño soñaba con ser Iniesta y Messi, lo cual es como querer ser Batman y Superman al mismo tiempo. Por cierto, su recuerdo de La Masía incluye presenciar una remontada del Barça contra el PSG, probablemente mientras mordisqueaba una barra de chocolate.

Pero, atención, porque el chico Fermín va directo a las semifinales de la Champions con más ilusión que un niño en una tienda de chucherías. Admitido, el camino no será tan fácil como aprender a pelar una naranja. Este miércoles el Inter será su adversario, y promete ser una prueba más dura que el chicle que te dan en un cinco para el recreo. ¡Qué elástico es el fútbol! Fermín dice estar más emocionado que un pingüino en el Polo cuando hace calor.

En su lado más humano, Fermín confiesa que su amor por el fútbol viene heredado genéticamente como el color de ojos o la manía de roncar en invierno. Y, como no todo es balón, nos revela que su pasión por el sushi es tan intensa que podrían invitarle a un anime. Además, considera cambiar de look en verano, probablemente como si fuera un camaleón en una sartén caliente. Prefiere la canción «Obsessed with you» de Central Cee, que al parecer le inspira más goles imposibles.