El Barça es un club donde hasta las botellas vuelan…
Ansu Fati, superhéroe culé, tiene un nuevo archienemigo: ¡la botella de agua! En un giro digno de una telenovela, el joven prodigio ha mantenido su capeada paciencia hasta que, durante un emocionante partido contra el Celta, el infortunado recipiente de H2O sufrió las consecuencias de su frustración. Al parecer, la botella no era fan del Barça y Ansu dejó claro su descontento lanzándola al suelo con más estilo que un matador en la arena.
Pero Ansu no está solo en esta tragicomedia futbolera al estilo de una película de Almodóvar. El Barça es como esos buffets libres donde todo parece estar disponible, pero terminas comiendo siempre lo mismo. Ferran Torres, Fermín López y Héctor Fort también demostraron tener un lado teatral digno de un Oscar. Ferran, marcando como si fuera el tesoro de Willy Fog, sintió que su misión había acabado demasiado pronto. Fermín López, con un meneíto de cabeza digno de un videoclip de reguetón, expresó su malestar de forma más discreta. Y Héctor Fort, el enigma del banquillo, intentó camuflarse entre sus compañeros, cual camaleón ante su entrenador.
Mientras tanto, el entrenador Hansi Flick, conocido por ser el grinch de las oportunidades, aplaudía desde el banquillo. Su lema parece ser «¡zona VIP!» de los minutos en LaLiga. Ansu, que ya está al límite de su paciencia, podría estar buscando nuevos horizontes fuera de Can Barça, tal vez escapando a tierras inglesas con una camiseta del Brighton, a lo Harry Potter en busca de su propio torneo encantado. Y mientras esto sucede, el campo del Barcelona se convierte en un escenario shakespeariano donde cada partido es un acto nuevo de la eterna tragedia cómica: ‘que jueguen todos… o nadie’.