¡Vuelven los Clásicos musicales!…

¡Atentos, amantes del fútbol y peleadores de almohada! En la próxima final de la Copa del Rey, el himno de España va a sonar tan fuerte que hasta el césped comenzará a bailar sardanas. ¿Por qué? Porque la RFEF, en su afán por vencer a la orquesta de pitos, ha decidido montar un concierto estilo Woodstock con 14 torres de altavoces en La Cartuja. Dicen las malas lenguas que hasta los murciélagos de Mestalla se han comprado tapones para los oídos.

La fiesta promete ser tan sonora como un karaoke en año nuevo, con 70.000 ferraris bufando a todo gas desde las gradas. Y si por un casual, todavía quedaba resquicio para el silencio, pues tranquilos, que cada equipo tiene su cuota de animadoras estridentes: ¡26.031 gargantas por bando afinando sus flauta voraz en los fondos! Ni Chiquito de la Calzada fue tan alto en su «¡No te digo trigo por no llamarte Rodríguez!».

Así que ya lo saben, prepárense para un clásico vibrante, donde no solo el balón, sino también los decibelios, jugarán un papel decisivo. Aviso para potenciales asistentes: nunca está de más llevar un par de tapones, porque dicen que hasta el Rey Felipe ya se ha enfundado sus mejores cascos de DJ.