¡El Hielo, el Héroe Oculto de la Humanidad!…
Amigos y amigas, ¡no subestiméis al todopoderoso hielo! Ese bloc de moléculas danzarinas que se niega a derretirse, incluso cuando Rüdiger piensa que es el momento justo para hacer prácticas de puntería no autorizadas. ¡Ay, Antonio, el hielo no es un balón de fútbol! Te aconsejo que hables dulcemente con el congelador y le pidas perdón.
Sabemos bien que el hielo es lo más próximo que tenemos a un superhéroe de Marvel, siempre presente en las épicas batallas de las noches en la discoteca. Si no fuera por esos cubitos, nuestras copas calientes serían una trampa ideada por las fuerzas del mal. Así que, que alguien le escriba una carta de recomendación para entrar en los Vengadores.
Nuestro querido acta está más confusa que un pingüino en el Caribe, prestando más atención a una botella plástica que al inolvidable cubito. Parece que necesitamos una ley que proteja los derechos de estos valientes trozos de hielo, pues no se merecen el destino cruel de acabar aplastados en nombre del entretenimiento. ¡Homenaje al hielo ya, señores!