Fútbol, emoción y un poco de locura…

Como si hubieran embotellado la adrenalina de un volcán activo, la ida de las semifinales de la Champions fue todo un festival de goles, tropiezos y sorpresas. Arsenal y PSG arrancaron las emociones con un duelo más emocionante que una partida de ajedrez entre pulpos. Dembélé, con la precisión de un sastre cortando hilo, puso a los parisinos en ventaja temprana. Mientras tanto, los ingleses, cual alquimistas del fútbol, intentaron fabricar la remontada pero se quedaron con la miel en los labios. Vaya choque de titanes, digno de una final en sí misma.

Por otro lado, Barcelona e Inter se enfrascaron en un duelo que parecía sacado de una película de acción de Hollywood. El marcador sube y baja más veces que un yo-yo en manos de un niño hiperactivo. Con Thuram y Dumfries haciendo estragos en la defensa culé, y Lamine desatando su magia en cada jugada, terminó 3-3. No sé vosotros, pero hasta los cardíacos deberían haber llevado un desfibrilador a este partido.

No perdáis ni un segundo más, porque la emoción regresa la próxima semana. Martes y miércoles son los días marcados para que estos titanes decidan su destino final. Recordad sintonizar Movistar Liga de Campeones, porque la vuelta promete más giros inesperados que un culebrón venezolano. ¡Allá vamos, fútbolmaníacos!