Una lesión que ni el doctor House esperaba…

Amigos del fútbol y del pingüino rompehielos, el fiel defensor Jules Koundé ha decidido montar en el tren de las lesiones justo cuando la temporada más se parece a una telenovela turca: intriga, sorpresas y, claro, lágrimas. Con esa puntería digna de un delantero en fuera de juego, Koundé se perderá los partidos con Valladolid, Milán y, oh drama, el Clásico de Montjuïc. Más inoportuno que un fanático del fútbol sin cerveza, Jules se expresó abatido en sus redes: «¡Se lesionó el bíceps femoral izquierdo!», algo tan inesperado como que Santa Claus se tome unas vacaciones en Ibiza.

El técnico Flick, que deberá ahora convertirse en un maestro del Tetris, se encuentra recomponiendo su defensa como si fuera una pizza sin queso. Con Koundé fuera de juego, reposicionará sus piezas confiando en Araujo y Eric García: dos héroes dispuestos a hacerse cargo del ala diestra en un episodio que podría llamarse »Tarde de defensas imprevistas». Pero que no cunda el pánico, ya que los deportistas y colegas de Koundé, como Memphis Depay y Balde, están enviando más ánimos que abuelas envían croquetas (y eso es mucho).

Mientras nuestro caballero andante del balón toma una pausa, nos deja con un mensaje cargado de esperanza para sus compañeros: «Estamos en buenas manos, no importa quién esté en el campo». Parece que incluso lesionado, el espíritu futbolero de Koundé sigue coleccionando goles aunque ahora sean de entusiasmo. Recordad que incluso cuando la pelota no está en sus pies, su ánimo se mueve más rápido que el balón en su gol de la Copa del Rey. ¡Ánimo Koundé, que el fútbol es mejor con risas y muchas lesiones menos!