La danza de los hombros en Valladolid…

¡Ay, la ley de Murphy metida en el fútbol! Si algo puede ir mal, irá peor, y Dani Rodríguez es nuestro nuevo héroe de culebrones deportivos. El extremo izquierdo del Barça Atlètic saltó al césped con la energía de un canguro en una cama elástica, listo para comerse el mundo con sus tacos afilados. Sin embargo, después de apenas 35 minutos, su hombro decidió tomar vacaciones inesperadas, dejándonos a todos con cara de haber visto a un defensa marcar un golazo desde su portería. La entrada de otro jugador fue tan inesperada como ver a un árbitro disculpándose con una sonrisa.

La carrera de Dani en el Barça es un poco como un partido de pinball. Llegó al Camp Nou desde la Real Sociedad, rebotando entre el juvenil y el Barça Atlètic como una pelota de goma. Este año finalmente le llegó la oportunidad, pero parece que las lesiones son el defensa central más férreo que ha tenido que enfrentar. Por cierto, con esos problemas, debería considerar cambiar de carrera a marionetista, que al menos en el teatrillo nadie te sale del escenario.

Aún así, su potencial no se puede negar, y todavía hay tiempo para que el joven vasco regrese más fuerte que un chute de Messi. Esperemos que la próxima vez que Dani Rodríguez pise el campo, sus músculos y huesos se pongan de acuerdo para mantenerse en su lugar, como los abuelos en los partidos del domingo. ¡Por ahora, el joven extremo tiene todo nuestro apoyo, dedicándole un cerrado aplauso por cada rotación inesperada que nos ha regalado esta temporada!