¿Un central convertido en lateral? ¡Nada es imposible!…
Iñigo Martínez está a punto de convertirse en el David Copperfield del fútbol, haciendo desaparecer la barrera entre central y lateral zurdo. Hansi Flick, el mago del banquillo, ya tiene la varita mágica levantada. «¡Abracadabra, párate en el lateral, por favor!» le dijo a nuestro héroe en pleno partido y, como en una función mágica, Iñigo hizo su encantamiento en la final de la Copa del Rey. ¿Quién necesita varitas cuando se tiene un Iñigo dispuesto a lanzarse a cualquier posición como quien se lanza al sofá después de un día de trabajo?
La odisea del lunes por la noche en Milán sugiere que Iñigo podría nuevamente cambiar de piel, como un camaleón en el carnaval de Tenerife. ¿Un cambio tan audaz como poner a un cocodrilo a bailar flamenco? ¡Para nada! Cada partido es un tablao diferente, y el Barça necesita esquivar serruchos tan temibles como el del Inter. ¡Alejandro Balde está lesionado, pero aquí está Martínez, listo para escorarse a la izquierda y marcar un gol desde el lateral, compitiendo con los goles de Ronaldo en el All Stars de la galaxia!
En sus 43 partidos de esta temporada, ha sido el bastión, la muralla, el baluarte del equipo junto a Pau Cubarsí. Pero no olvidemos su pasado de siete galas como lateral, ¡incluyendo la noche mágica en 2017 donde brilló más que un diamante del joyero de la reina! Con su trayectoria de 476 entierros de balón, puede que la postura de lateral no sea su jamón ibérico diario, pero si el Barça lo necesita para jugar el papel de superhéroe posicional, Iñigo está listo para atarse la capa y salvar al equipo de cualquier peligro futbolístico con un ¡Olé! final.