El DT defiende con humor y no con balas…

¡Señoras, señores y gatitos futboleros! Hansi Flick, el estratega milagroso, de esos que en vez de lanzar gritos lanzan chistes, viene a revelarnos su plan maestro para la semifinal contra el Inter: disfrutar más que un niño con dos porciones de pizza en cada mano y un helado en la cabeza. Tanto es así que en la plantilla han cambiado el mantra de ‘defender mejor’ por ‘defender como si fuéramos un escuadrón de ninjas risueños’. Ah, y un tal Lewandowski está listo para darle acción al banquillo como si fuera el protagonista de un reality show.

La juventud corre por las venas de este equipo como si la edad fuera una ilusión cósmica. Con dos títulos en el bolsillo y más energía que un conejo de Duracell, Flick se muestra encantado de entrenar a un grupo tan encantador que podría derretir al muñeco de nieve más frío. Mientras el Inter estudia sus libros de estrategias, Flick se contenta con un «defenderemos mejor», algo axiomático que bien podría estar en una camiseta. ¿Dumfries? Un nombre así podría pertenecer tanto a una estrella del rock como a un futbolista con movimientos tan imprevisibles como un gato persiguiendo un láser.

Flick recuerda que, además de buenos futbolistas, tienen a Lamine Yamal, un genio digno de mención en los anales del fútbol mágico. Sin embargo, no todo es diversión. Para frenar el avance de los interistas, Flick recurre a un casting de centrales. ¿Que un par de ellos están lesionados? ¡No hay problema! Flick podría llamar a cualquier transeúnte y convertirlo en defensa de élite con su poder de entrenador motivacional. «Evitemos córners», dice. O, traducción más precisa: «Juguemos como si el balón fuera un muffin gigante y tengamos cuidado con las migas».