El grito ahoga al Barça, ¡y a su estómago!…

Davide Frattesi, o como su abuela le llama desde el cielo: el nieto más gritonamente iluminado del Inter. Entró al campo como quien entra al supermercado sin lista y, ¡zas! Gol en el 99′ ante el Barça para llevar al Inter a la final. El hombre, tan emocionado que hasta los ojos le hicieron huelga y comenzó a ver la vida en modo apagón mientras festejaba colgado de una valla de San Siro. Seguro que los ‘tifosi’ pensaron que era un superhéroe disfrazado de fontanero, porque les arregló la noche.

El pobre Frattesi tenía más excusas para no jugar que un alumno que olvidó hacer los deberes. Resulta que un accidente abdominal lo había dejado más doblado que un futbolín. Afortunadamente, los fisioterapeutas del Inter trabajaron milagros. Después de eso, Frattesi en el campo parecía un híbrido entre Flash y un mariachi de fútbol: gritó y corrió hasta que el planeta Tierra le dio un mareo. ¡Ah, y la abuela! Seguro que hasta en el más allá le dedicó una ola de satisfacción.

Por segunda vez esta temporada, Frattesi demuestra que tiene más vidas que un gato en el derby del Barça. El jugador, vestido de salvador intergaláctico, no solo marcó, sino que llamó a su abuela para festejar en el cielo con un vals celestial. Dijo que nunca se rinde, como esos mosquitos en la noche de verano. Su confianza inquebrantable y esos gritos que asustan a los árbitros confirman que, sin duda, es el chico de oro que sigue deslumbrando a todos, incluso a los que lo veían como transferible. Si juega en Múnich, ¡agarren bien sus chelinos!