Pérez Burrull lo ve claro: ¡No hay penalti!…

¡Ay, madre mía, qué lío en el Bernabéu! Al minuto 81′, Tchouaméni decidió transformarse en el Maradona de las manos invisibles y evitar que el balón de Ferran entrase en la portería. Pero amigo, no fue por magia ni arte de birlibirloque, sino porque sus manos estaban más pegadas al tronco que el chicle bajo un pupitre.

Pérez Burrull, el Sherlock Holmes de las manos en el área, llegó a la escena con su lupa reglamentaria y sentenció: «¡No hay penalti!». Tras un examen digno de un cardiólogo en el VAR y la comparación con la mano inocente de Javi Galán en la tórrida Valencia, el árbitro Hernández Hernández también dijo: «Ni hablar del peluquín, que esto no es penalti». ¡El Barça protestó como si les hubieran quitado el último churro!

Es que el reglamento 2024/25 es más enrevesado que las aventuras de un culebrón y ahora, mientras el brazo no esté en plan espagueti volador, ¡todo va bien! El gran Pérez Burrull, el hombre del «Silbato de Oro», siempre nos recuerda que hay más matices en una mano que en un cuadro de Dalí. Y mientras en Radio Marca lo relatan todo con el dramatismo de una telenovela, nosotros aquí en las gradas seguimos luciendo bigote y riéndonos como jugadores aficionados.