La resurrección del FC Barcelona: ¡Sin rupturas ni dramas!…

En un giro de guion igual de emocionante que la última película de superhéroes, el Barcelona, cual ave fénix blaugrana, logró en 2023 su primer título post-Messi después de cuatro años de sequía. Con Laporta lanzando sus famosas «palanca-manobras» y desembolsando más millones que un magnate en un casino, el club fichó a Lewandowski, Raphinha y Koundé. Era como si Batman juntara a sus nuevos Robin Hood, y vaya si rindieron: en la temporada siguiente, estallaron como fuegos artificiales en vías públicas.

Pero cuando el dinero escaseaba más que las papeletas del Barça en invierno, Xavi y Flick decidieron explorar los calabozos del Camp Nou. De allí, extrajeron una cantera de diamantes en bruto: Lamine Yamal y amigos. Este jovencito se ha convertido en una mezcla entre Spiderman eludiendo rivales y Mozart componiendo goles, y podría ganar el Balón de Oro antes de que sepa atarse los cordones como un adulto responsable.

No olvidemos a Deco el alquimista, que trajo a Dani Olmo, lesionado en algún 99% del tiempo, pero letal en el 1% restante. Y de la manga sacó a Szczesny, quien llegó volando en su paracaídas polaco para salvar el día, porque Ter Stegen estaba de «no molesten». Así que este Barça tira de canteranos, polacos escondidos y esperanzas para el futuro.