El conjuro mágico del Tío Flick …
¡Atención, terrícolas del fútbol! El Barça ha ganado la Liga y todo gracias al Tío Flick, ese mago alemán que parece haber mezclado la pócima del rendimiento con un poco de poción mágica. Imagina a los jugadores azulgranas volando como superhéroes con capa al viento. Era el mismo equipo de Xavi pero con superpoderes añadidos. Parecía un episodio de «¿Quién quiere ser campeón?» donde la pregunta final era: «¿Quieres jugar al estilo Flick?».
Mientras, al otro lado del planeta balón, el Real Madrid de Ancelotti andaba como quien intenta armar un mueble de IKEA sin instrucciones. ¡Pobrecillos! Hasta su balón parecía poseído por el espíritu de los goles perdidos. Era como ver a un grupo de pingüinos intentando hacer surf: una batalla perdida de antemano. Así que no, no es que el Barça tuviera una pócima secreta de la victoria, es que tenía al Tío Flick con la receta de la abuelita.
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