Celebración culé en las alturas…

Al más puro estilo de un sold out en un concierto de Camela, los trabajadores del Camp Nou encontraron la forma más ‘cool’ de ver la fiesta culé. Utilizando habilidades dignas de un ninja, tomaron un descanso celestial y se subieron a su improvisado palco VIP entre andamios y grúas, demostrando que en lo alto se vive mejor.

Desde allí, suspendidos entre nubes de emoción y polvo de cemento, pudieron observar cómo los jugadores blaugranas abordaban el autobús con sonrisas tan grandes que los puentes de Londres parecerían pasos de hormiga en comparación. ¡Nada como comenzar la jornada laboral viendo a tus ídolos mientras te comes un bocadillo de chorizo!

Y es que, no todos los días se gana LaLiga matemáticamente con dos jornadas para jugar. Los operarios disfrutaron de un agradable día de trabajo con vistas privilegiadas, viéndose tentados a proclamar el Camp Nou como la octava maravilla del mundo en su versión ‘constructo-futbolera’. Si Gaudí levantara la cabeza, seguro que habría pedido una silla de primera fila.