El joven prodigio alemán desata suspiros y carreras…
En una galaxia muy, muy cercana, llamada BarçaLandia, emergió una joven estrella con nombre de superhéroe: Noah Darvich. Este germano de 18 añitos no solo deja a los defensas como conos de entrenamiento, sino que ha capturado el radar futbolístico del mismísimo Hansi Flick. Dicen las malas lenguas que en el próximo Europeo sub 19, Noah va a ser más observado que la final de ‘Gran Hermano’, y todo por ver si acaba en la carta a los Reyes Magos de los mejores entrenadores.
Mientras los dirigentes culés peinan canas pensando en su futuro, Noah ya ha coqueteado con la primera plantilla, aunque más tiempo estuvo calientito en el banquillo que corriendo en el césped. Podría decirse que es como un buen vino, que necesitan dejarlo en la bodega un rato antes de abrirlo. Flick está convencido de que este chico tiene tanto talento que podría dirigir hasta una orquesta sinfónica si quisiera. Eso sí, la competencia es dura: con tantos centrocampistas a bordo, parece el buffet libre del Camp Nou.
Llegado del SC Freiburg II en 2023, Noah jugó 25 partidazos en el filial culé y su talento brilló más que un balón nuevo en una tarde soleada. Como capitán y campeón sub 17, es el Messi de su equipo, aunque medir su futuro es tan complicado como hacer malabares con tres balones de fútbol. Un descenso del Barça Atlètic podría hacer que en Alemania se peleen por él como si fuera el último trozo de pizza. Desde Stuttgart al Bayer, todos quieren hincarle el diente al joven prodigio. ¡Que el culebrón comience!