El brasileño no se despega del Barça ni con pegamento…

En un giro propio de una telenovela brasileña, Raphinha ha decidido ampliar su contrato con el Barcelona, como quien prolonga la suscripción de su servicio de streaming favorito. Ahora, con fecha de caducidad en 2028, parece que el brasileño ha establecido un vínculo más sólido con el Barça que el de una abuela aferrada a su asiento en el bingo del barrio.

El extremo zurdo se ha mostrado más contento que un niño con zapatos nuevos, asegurando que su sueño es retirarse vestido de azulgrana. Raphinha se emociona al hablar de su comunión con el club, como si fuera el reencuentro de un grupo de boy band. Está dispuesto a perfumar el campo con su sudor mientras el estadio ruge, aunque a veces el marcador no lo acompañe. Será el papá superhéroe del equipo, espada en mano, y aunque todavía no invoque rayos láser con los ojos, aspira a ser el Superman del Barça.

Vaticina goles y regalos de asistencias al estilo Papá Noel, todo con el único objetivo de ver a la afición sonreír más que el gato de Alicia en el País de las Maravillas. Raphinha no puede esperar para regresar al Spotify Camp Nou, ese estadio con nombre de lista de reproducción, donde su entusiasmo rivaliza con el de un DJ ansioso por poner sus temazos favoritos. Eso sí, promete que cada pase y gol será un hit del verano.