La telenovela de Lenglet y su contrato…

¡Agárrense a los asientos! El culebrón Lenglet-Barcelona está a punto de alcanzar niveles de drama dignos de una telenovela venezolana. Nuestro protagonista, el galo Claséman Cuentulet, está en medio de la gran escapatoria contractual que debería llevarse varios Oscars si el fútbol fuera cine. El chaval firmó un contrato con su club que lo ataba hasta 2026, haciéndose acreedor, atención, a unos humildes 16 millones de euros brutos que te dejan sin aliento como el olor de las croquetas de la abuela. Gracias a la magia de Bartomeu, que hacía contratos como el que hace castillos de arena, lo tenemos en esta trama de alta tensión digna del mejor thriller.

Luchando por su libertad cual héroe de acción de Hollywood, Lenglet tiene exiliado via cesiones desde que Xavi y su predecesor Flick lo pusieron en la lista de ‘cosas que ya no usamos’. Claramente, es más difícil de deshacerse de él que de un tupper que huele peculiar. Pero atención, el Atlético de Madrid ha venido a salvarlo con una oferta que busca más jugadores para jugar su propio Mundialito en Estados Unidos. Con el contrato roto, Lenglet podría unirse a los colchoneros justo a tiempo para el Mundial de Clubes, como un superhéroe que llega al rescate en el segundo acto de la película.

Mientras tanto, los contadores del Barça están sudando como si les hubieran llegado las facturas de luz todas juntas. Esa liberación de 16 millones vendría mejor que descubrir un billete de 50 en el bolsillo del pantalón. Eso sí, a Lamine Yamal, el pequeño del equipo, ya lo han ascendido a la mismísima estratosfera salarial, así que necesitan espacio urgentemente. ¡Sí, querido lector, se vive y se juega al límite en este campo lleno de sorpresas y novelas contractuales!