¡Mejor que el Mbappé del Mónaco!…
En la corte de los sabios del fútbol, compuesta por Quintana, Kallás, Del Campo, Pinto, Segura y Pasqués, todos están de acuerdo en una cosa: Lamine Yamal es el fenómeno futbolístico que hace temblar hasta las estatuas de cera del museo de figuras ilustres. ¡Cuidado con él! Mientras preparan la final four de la Nations League cual chef haciendo una paella perfecta, no dejan de alabar la magia hecha futbolista que le está peleando la hegemonía europea a la selección que se parece al ballet Bolshoi en el campo.
Segura, desde su silla giratoria, capaz de lanzar al menos cinco metáforas por minuto, asegura que Lamine es como un cruce entre Messi, Pelé y el mismísimo Cid Campeador, listo para conquistar cualquier liga europea. Dice que en cada partido Yamal no corre, flota sobre el césped, como si de un hovercraft se tratara, dejando atrás a defensas tan rápidamente como quienes huyen de los lunes por la mañana.
Hasta Pepe Pasqués, que ve el fútbol con más calma que un koala después del almuerzo, se ha dado cuenta de que Lamine Yamal ha irrumpido con la fuerza de un gol de chilena en el último minuto. Ahora todos se preguntan si pedirán su autógrafo antes o después del Balón de Oro. ¡Agarraos, que vienen curvas en el fútbol europeo con este crack!