Los ‘súper agentes’ del Balón de Oro atacan…

¡Oh-la-lá! La carrera por el Balón de Oro está que arde más que una barbacoa en pleno verano andaluz. Una competición donde los ‘lobbies’ futbolísticos han sacado sus mejores armas: desde pancartas luminosas hasta linternas galácticas para iluminar el camino de sus astros favoritos. Estos grupos de presión se esfuerzan tanto que podrían influir hasta en el partido de cartas de tu abuela.

En esta megabatalla cósmica, los nombres de Lamine, Dembélé, Mbappé, Raphinha y Vitinha se repiten más que el estribillo de una canción del verano. Cada uno de ellos tiene su ejército de fans incondicionales, capaces de hacer más ruido que un estadio lleno de bocinas vuvuzela. Están tan decididos a ganar votos que hasta podrían convencer a un pingüino de ponerse unas chanclas.

Como en cada edición del Balón de Oro, este fenómeno no es nuevo. Ya es tan tradicional como la paella del domingo, pero con más emociones que un culebrón. ¿Quién se llevará el tesoro dorado? Eso solo lo sabremos cuando las estrellas del fútbol terminen de conquistar corazones… y votos. Mientras tanto, en el planeta fútbol, todo es posible, incluso que Zidane decida hacerse entrenador de un equipo de pingüinos.