El portero que nació con guantes puestos…

En una galaxia futbolística muy, muy lejana, un jovencito llamado Joan García ha sido bautizado como la próxima sensación del fútbol con tanto ímpetu que hasta Darth Vader se sonrojaría. El chico, que se va a quedar más tiempo en el Barcelona que un pulpo en un garaje, promete ser el mejor portero del mundo. Su futuro esplendoroso lo predice Jesús Salvador, entrenador que lo vio crecer como un Pokémon en el Espanyol. Salvador asegura que Joan es más listo que un cerdito mirando monedas y que tiene los movimientos dignos de un bailarín de ballet enfundado en guantes de portero.

Ahora que Joan cambiará el arco del Espanyol por los colores culés, se enfrenta al épico reto de mantener la portería más segura que la nevera en la casa de un estudiante. Jesús Salvador, que ahora entrena en Al-Ittihad y se siente como si hubiera encontrado petróleo, confía en que este chico podrá pasar noches en blanco, como si fueran noches de campeones llenas de paradas dignas de una película de acción. Aunque muy claro tiene que Joan, como otros grandes porteros, de vez en cuando tendrá la suerte de un huevo Kinder sin sorpresa dentro.

Pero no todo queda en sus guantes mágicos. Parece que Joan entiende el juego más rápido que una liebre perseguida por un sabueso. Salvador cuenta que su inteligencia es tan grande que si Einstein hubiese sido portero, le insultaría al verle atajar. Su capacidad para mejorar en cada ejercicio es más rápida que un lunes por la mañana, demostrando que mientras otros niños jugaban al escondite, Joan ya ensayaba cómo detener pelotas con telepatía. Así que, prepárense, porque al Barcelona llega un portero que es más difícil de superar que un examen de física cuántica.