El TAD y el caso del central invisible…
¡Vaya novela futbolera! Osasuna, con más perseverancia que un gato persiguiendo un láser, acudió al TAD buscando justicia por un partido donde, según ellos, Iñigo Martínez era más fantasma que jugador. Sin embargo, el TAD ha dicho «gracias por participar, intenten otra vez». Ahora, como el Quijote con su lanza, Osasuna piensa en ir a la justicia ordinaria a ver si allí consiguen ganar esta batalla épica y enredada.
El conflicto se parece a esos partidos eternos del barrio donde nadie recuerda por qué empezaron a jugar. Para el Barcelona, esos tres puntos son como recoger un trébol de cuatro hojas en un césped que no pisarán más, ya que el Real Madrid anduvo cerca pero no lo suficiente para ganar ningún trofeo. Sin embargo, para Osasuna, esos puntos son como alcanzar la última rebanada de pizza en una fiesta, lo que les llevaría a la Conference League, dejado al Rayo Vallecano con las manos vacías.
El club navarro ha esgrimido el todopoderoso artículo 5 de la FIFA, esperando que sea tan infalible como el hechizo Expelliarmus. Según Osasuna, Iñigo debió ver el partido desde casa con palomitas, no desde el campo. Ahí, el Comité de Disciplina, el de Apelación y ahora el TAD les han dicho «No, no, y no, como cuando intentas colarte en la fila de las chuches». ¿Será que Osasuna encontrará la fórmula mágica para este embrollo? Solo el tiempo y quizás un buen abogado lo dirán.