¡El culebrón de verano en el Camp Nou!…

Joan García ha dejado a los espías de la T.I.A. boquiabiertos firmando su contrato con el Barça. En el mismísimo corazón del mundo blaugrana, el Spotify Camp Nou, Joan apareció como Messi en día de paga junto a su tropa familiar a eso de las 12:45, hora de los aperitivos. En las oficinas le esperaban ilustres por metro cuadrado: Laporta, Deco y su pandilla, para darle la bienvenida al salón de la fama barcelonista. Firmó a la velocidad de un saque de puerta y salió justo a tiempo para la hora de la siesta, con su puño y letra ya es parte del mobiliario culé.

Joan García se despidió del R.C.D. Espanyol tras una movida transacción que hasta la Bolsa de Shenzhen tuvo que tomar asiento para presenciar. Portando una cláusula de 26,34 millones, Joan se pasó al lado culé como quien cambia de equipo de ping-pong, mientras los periquitos miraban con cara de «¡No puede ser!». Su transformación de periquito a culé ha sido objeto de debate hasta en las tertulias del bar de Manolo, y causará conversaciones de sobremesa durante temporadas.

La caza de fichajes del Barça no ha terminado. Con la velocidad de un velociraptor de pase largo, ahora están tras Nico Williams. Dicen que tenerlo es como capturar un Pikachu en Pokémon GO: difícil pero no imposible. La cláusula es tanto como para comprarse 62 millones de bocadillos de calamares. Les queda trabajo por delante, pero en el Camp Nou la misión de verano sigue siendo convertir a los mejores en azul y grana. ¡Agárrense los cinturones que viene movida la temporada!