Vacaciones, motitos y marejadas de contratos…
Nico Williams, el astro que no despega los pies del suelo (o más bien de la playa), está en modo náufrago sin isla. Nota marea baja mientras el Barça intenta ficharlo como si fuese un tesoro perdido en el Mediterráneo. Están abajo firmando cheques mientras él lanza stories en Instagram desde su moto de agua, como si de verdad el WiFi llegara hasta alta mar.
Dicen las malas lenguas que sus publicaciones han generado más likes que una foto de Messi con un gato. Y claro, algunos del Barça han hecho tanto doble click que se rumorea que el club gasta más en mantenimiento de móviles que en fichajes. Todo apunta a que si finalmente firma con el equipo catalán, será el fichaje más rimbombante desde que ficharon a la mascota del Barça, que por cierto, también hizo entradas triunfales en Instagram.
Mientras algunos especialistas del mercado de fichajes le siguen la pista con más intensidad que un perro persiguiendo su propio rabo, Nico está disfrutando del mar más que un pez en el agua. Tranquilos, aún se oyen susurros de estampas paradisíacas y se avistan motitos de agua surcando los bravos mares futbolísticos. ¡Tiemblen tiburones que Nico viene en moto marina!