El mago del Barça dice ‘auf wiedersehen’ al Mónaco…
Amantes del fútbol, prepárense para un episodio más de «Ter Stegen en la tierra del eterno dilema»: ¿salgo o me quedo? El portero del Barça ha decidido plantarse como una estatua en el Camp Nou, mientras el Mónaco suspira cual Romeo enamorado. Resulta que el bueno de Ter Stegen no quiere dejar su amada Ciudad Condal ni aunque el principado le prometa defender la portería de un castillo medieval. ¡Santo arco y medio, qué determinación!
Mientras el Mónaco intenta conquistar al alemán como si fuera un príncipe de cuento, el Barça tiene más porteros que un circo de palomas. Acaban de añadir a su troupe a Joan García, y sólo Szczesny falta para tener el gran premio de Rumanía de guardametas. Mientras tanto, Ter Stegen, capitán del barco culé, sigue firme en su trono, dispuesto a demoler los sueños de cualquier rival que se le ponga delante. Quiere minutos, y no está dispuesto a renunciar a ellos, ni aunque lo persiga un ejército de ofertas tentadoras.
Pero, ¡no se preocupen! Los ejecutivos azulgrana confían en la magia de la paciencia. Saben que si Ter Stegen quiere dejar de ser un héroe local y brillar con epicidad en el Mundial, más le vale empezar a hacer flexiones bajo los focos de otro estadio. ¿Tal vez, después de todo, el glamour monegasco logre su propósito? Solo el tiempo lo dirá en este drama de paradas y goles. Señoras y señores, agárrense que el mercado de fichajes es más sorprendente que un penalti en el último minuto.