Nuevas reglas traen baile de equipos…
En la última Asamblea General se habló de muchas cosas, desde presupuestos que ni el tío Gilito entendería hasta reformas que harían temblar a un castillo de naipes. Pero, amigos del balón, lo más jugoso es que se han sacado de la manga un sistema de competición tan novedoso que dejaría boquiabierto al mismo Houdini. Ahora la Copa del Rey se parece más a un torbellino de cambios que a un partido de tenis con el viento en contra.
Atentos que vienen curvas: los superhéroes de la Supercopa –esos cuatro fantásticos del balompié español: Barcelona, Real Madrid, Athletic Club y Atlético de Madrid– comenzarán en dieciseisavos de final, como un tornillo que sigue en su sitio. Pero en octavos, sorpresa, ¡un bombo exclusivo para ellos! Eso sí, siempre de visitantes, como si fuera un viaje de mochileros, y enfrentándose a rivales que aspiran a ser los próximos David contra Goliat. ¡Viva la emoción!
Y como si fuera poco, la Copa Federación ha decidido que el sorteo es la última tendencia en moda. El fútbol femenino amplía su horizonte geográfico con más grupos que un aula de primaria. Y en medio de este carnaval, Rafael Louzán, capitán del barco arbitral, ha prometido excelencia mientras pasa páginas a un nuevo libro de reglas. Un congreso de formación se encargará de que nadie pierda el ritmo en este animado baile futbolístico.