Los malabares culés para los contratos…

Parecía que ni la magia de un show de Las Vegas ni las palabras corales de Dani Olmo eran suficientes para asegurarse de que Nico Williams no acabase viendo los partidos desde lo alto del Camp Nou, cual vigía medieval. ¡Y es que el pobre quería garantías de que no terminaría en el banquillo porque LaLiga andaba más estricta que un profesor de matemáticas con la política del fair play financiero! Desde que el mago Laporta se puso al mando, inscribir jugadores ha sido más difícil que pasar el nivel tres del Tetris con los ojos cerrados.

Año tras año, el Club de los Malabares Fútbol Club Barcelona, ha tenido que montarse un espectáculo circense digno, nada menos, de reunirse con los inseparables Hombres de Negro para sortear las inscripciones. A Piqué le tocó convertirse en Spider-Man y hacer piruetas presupuestarias, mientras que Jordi Alba y Busquets, en modo Súper Mario, ayudaron a que el Kun Agüero no desertara. La historia se repitió cual Día de la Marmota con Ferran Torres, a quien convirtió en un fichaje digno del mismísimo Jack Sparrow.

¡El culebrón continuó! En el verano de 2022, Koundé esperaba más que un fan de Star Wars el estreno de la nueva película, y los fichajes se contaban con una mano. Finalmente, los del Barça resolvieron la ecuación matemática del artículo 92 en tiempo récord, demostrando que hasta Einstein estaría orgulloso. En 2023, los eternos secundarios, entre ellos, Dembélé y Ansu Fati, hicieron sus maletas para darle al Barça más margen en el ‘fair play’ financiero. ¡Y claro, en un acto más propio de Los Avengers que de LaLiga, finalmente todos fueron inscritos, dejando a los aficionados respirando con alivio hasta el siguiente episodio de esta saga culé!