El arquero que no le teme al tráfico… del área…
¡Atención, fanáticos del fútbol! Este verano, el Barcelona ha decidido adoptarse un portero gigante y no, no estamos hablando de Gulliver. El protagonista en cuestión es Joan García, que cambió su nido periquito por una jaula azulgrana. Y es que este mariscal de más de 1,90 entra en la portería como un elefante en una cacharrería… pero con la agilidad de un ninja con tacones. Así lo relata José Aurelio Gay, que conoció a Joan cuando colgaban las redes en Espanyol B, un lugar donde se temía más a sus reflejos que a los lunes por la mañana.
Resulta que no había dos porteros iguales, y Joan era el Spiderman del césped: saltaba, volaba y a veces atrapaba balones que llegaban del espacio sideral, eclipsando a su compañero Fortuño. Pero no todo era perfecto. Un día, en medio de sus hazañas, se dio con una lesión que lo dejó fuera del campo, pero volvió tan rápido que sorprendió más que ver a Messi lavando su propia camiseta. Gay, el técnico, asegura que pagar 25 millones por este portero es tan ganga como encontrar oro en un plato de paella.
Claro que aún tiene tareas pendientes. En el mundo mágico del Barcelona, no solo necesitas manos de oro, sino pies de seda. Joan tendrá que aprender a bailar con pases y rechaces con la gracia de un bailarín de salsa. Pero si alguien puede hacerlo, es el portero con un radar en la cabeza y un GPS en las botas. Las expectativas son altas y Joan está tan motivado, que es capaz de estudiar a los mejores porteros viendo vídeos hasta quedarse sin batería. ¡Atentos, que este protagonista promete ser el Batman del arco culé!