¿Se extraña al Barça en el torneo?…

Míchel Salgado, el hombre que podría ser el mesías del fútbol interplanetario, ha salido a defender el Mundial de Clubes con más entusiasmo que un niño en una tienda de dulces. El exlateral del Real Madrid, conocido por sus opiniones épicas, aseguró que las críticas resbalan como mantequilla en sartén caliente. «Siempre pasa, siempre hay algo que mejorar», dejó caer con la serenidad de un monje zen, apuntando que los que se quejan son los que ni siquiera pisan el estadio. ¡Desde luego, hay que ver!

En medio de su oda al torneo, Salgado confesó querer haber formado parte de este caramelo futbolístico. Dice que habría levantado el trofeo como quien levanta una tortilla española bien cuajada, mientras que, en tono jovial, admitió: «¡Yo también habría puesto el grito en el cielo por el campo!», como si hablaran de plantar tomates en Marte. Agregó emocionado la comparación con sus épicos partidos en Kiev con temperaturas bajo cero y la risa no pudo faltar: «¡Menos mal que no había pingüinos en el área!».

Sobre los equipos que no llegaron, lanzó una indirecta que casi se viste de anuncio publicitario: «Claro que quisiera ver al Barça y al Liverpool aquí, pero esos chicos deben ganarse el ticket dorado como en ‘Charlie y la fábrica de chocolate’. ¡Para la próxima seguro!». Con un guiño de complicidad para el futuro, espera ver al Barça en la próxima edición, para que su querido Real pueda ganarles. «Porque, vamos, ganar al Barça es como tomarse un helado en verano: necesario y delicioso» finalizó con una sonrisa que iluminaría cualquier estadio.