Bardghji invade Barcelona antes de que el sol se despierte…

Como un vikingo moderno, nuestro amigo Roony Bardghji ha plantado sus botas en la Ciudad Condal, listo para conquistar el césped con más estilo que un desfile de moda sueco. A las puertas del vestuario culé, este extremo de 19 añitos ya ha pasado algunas pruebas médicas, aunque es probable que todavía tenga que nadar un río de jeringuillas para completarlas. Se rumorea que ha quedado para jugar las cartas con Hansi Flick mientras decide si le hace hueco en el salón azulgrana o lo manda a su habitación en el desván.

Barcelona se frotaba las manos desde que barruntó el fichaje, como un gato que ha olido la lata de atún. La operación, cerrada en junio, estaba oculta como el mejor truco de magia de un prestidigitador barato. El precio es tan accesible que hasta el abuelito podría pagarlo con los ahorros del cerdito de cerámica. Bardghji, el Jaspion sueco del balón, se ha adelantado a los rivales como el conejo de la fábula de la tortuga.

Tras el aterrizaje en El Prat, Roony lucía sonrisa ancha y postura deportiva, preparado para dar más vueltas al campo que una peonza loca. Entre nosotros, no ha jugado mucho la última temporada por andar de visitas médicas cual estrella de rock, pero ya dejó claro que el banco de suplentes no es para él. ¿Convencerá al Capitán Flick de darle el papel estelar? ¡Que no se hagan las palomitas, que esto apenas comienza!