El balón siempre debe dejar buen sabor de boca…

Lamine Yamal está en más líos que una pelota de fútbol en una gallera, y no precisamente por haber fallado goles. El crack del fútbol ha conseguido que hasta el Gobierno español considere sacar tarjeta roja a sus acciones. Al parecer, la controversia está tan candente como una final de Champions y ha hecho reflexionar al presidente del Consejo Superior de Deportes. José Manuel Rodríguez Uribes, vestido de árbitro de la moral, proclamó: «Los deportistas, como los superhéroes de los cromos de chicle, deben transmitir siempre mensajes positivos.»

La trama no acaba aquí, porque nuestro querido CSD no ha descartado pasar del VAR a los tribunales. Uribes, como un entrenador motivador, enseñó la táctica: «La libertad es como el fútbol, hay que jugar con respeto y proteger a los más vulnerables. Si el Gobierno hace silbato, debemos estar atentos.» Suena a que quiere organizar el Mundial 2030 y que hasta el césped sienta la buena onda de los valores deportivos.

Como colofón de su charla, Uribes recomendó no dramatizar más que un expulsado exagerando la falta. «Lamine es joven, más joven que una promesa de un club de barrio, así que el esfuerzo educativo es como entrenar a un cachorro. Con él, paciencia y formación serán la clave para que aprenda a meter goles de corazón.»