El dilema del doble pivote…

El pobre Hansi Flick se enfrenta a una temporada que parece más un episodio de Tetris que de fútbol. Tiene nada menos que 26 jugadores para confeccionar su equipo, y según rumores del mercado, podría sumarse un extremo izquierdo. ¿Será que Flick está coleccionando futbolistas como si fueran cromos del Mundial? Imaginen a los directivos del club debatiendo qué hacer mientras juegan a las sillas musicales con los jugadores. ¡Solo hay sitios para un par de traseros!

La lucha encarnizada se vivirá en el medio campo, donde Flick envidia la velocidad del halcón para decidir quién jugará. Tiene más pivotes que una batalla de Star Wars: seis jugadores para dos puestos. Pedri, con un poder casi divino, ya tiene su lugar asegurado, cual superhéroe que salva goles y roba corazones. El resto del equipo parece una reunión de amigos que buscan lugar en un autobús escolar con pocas plazas. Solo confiamos en que el autobús no se mueva demasiado, ¡porque si no, algunos caerán al suelo!

En la línea de espera, Gavi y Marc Bernal intentan no perder la paciencia al ver cómo cada uno de sus compañeros va ocupando asientos. ¿Será que Flick debería reclamar un asiento extra en el banquillo? Entre lesiones y renovaciones, algunos jugadores parece que llevan más tiempo en la enfermería que en el campo. Y al final, Flick, en un movimiento digno del Waka Waka, tendrá que escoger sus dos favoritos. Mientras tanto, los arqueros y los delanteros tampoco se salvan del embotellamiento. Aviso al lector: aliciente para obtener un asiento en el Camp Nou, ¡sorteo de un volante de autobús gratis!