El líder azulgrana revisa el presente del club…

Joan Laporta está más feliz que un niño en una tienda de chucherías. Comenta que la semana será crucial para las inscripciones, con muchas operaciones a punto de caramelo que permitirán al Barça seguir con su plan de dominación mundial en la temporada 25-26. Afirma que el equipo de Hansi Flick está tan unido que si fueran una banda, tocarían en el Carnegie Hall, y que este año el club podría ganar todos los torneos en los que participe. Además, dice que está impaciente por volver al Spotify Camp Nou, aunque aún no tiene el día marcado en su calendario mágico.

Sobre el regreso al hogar sagrado, Laporta describe los avances en el estadio como ver a un Transformer armándose en cámara lenta, moviéndose al ritmo que establece el Ayuntamiento. Durante el Trofeo Gamper, la atmósfera fue tan electrizante que si le sumabas un par de baterías podías iluminar toda Barcelona. Enfatiza el agradecimiento hacia Iñigo Martínez, quien se va con honores, mientras todos en el club guardan la esperanza de seguir alegrando al barcelonismo con fútbol tan emocionante que necesitarían cinturones de seguridad en los asientos.