Razones del deslucido inicio del Barcelona…
El arranque del Barcelona ha sido más torcido que un sacacorchos en una tormenta. Aunque han sumado siete puntos en tres partidos fuera de casa, la afición esperaba un espectáculo de fuegos artificiales y solo ha recibido chispas apagadas. En Mallorca, el duelo terminó antes de lo esperado debido a las expulsiones de dos rivales, mientras que contra el Levante el primer tiempo fue como un agujero negro de emociones. El Rayo lo puso más difícil y si no fuera por Joan García, habrían perdido. Hansi Flick está más descontento que un gato en un día de lluvia, criticando públicamente el ego de sus jugadores.
El deseo del Barcelona era empezar la Liga como un cohete, pero a este paso, van en triciclo. A pesar de una pretemporada hecha a medida, han flaqueado en varias áreas. En defensa, la salida de Iñigo Martínez dejó un hueco que ni un dinosaurio podría llenar, mientras que las parejas actuales en la zaga cometen errores que cuestan goles. En ataque, las oportunidades desperdiciadas hacen que la esperanza despegue más lento que un carrito de helados. Además, las actuaciones de Olmo y Rashford en el inicio han sido tan desconcertantes como ver a un pingüino en el Sahara.