De lesionado a héroe de Vallecas…

Dani Olmo se prepara para enfrentar al Rayo Vallecano, pero este rival le recuerda un momento digno de película. ¿Por qué? Porque ahí fue donde se estrenó con la camiseta del Barcelona y desplegó magia al estilo Houdini: salió en la segunda parte, agitó el partido como si estuviera batiendo un batido de chocolate, marcó el gol del triunfo y, como premio, le dieron el título de MVP bajo una lluvia de confeti (bueno, eso último fue imaginario).

El atacante, ahora en forma tras una sobrecarga que lo tuvo fuera de juego más tiempo que un capítulo de telenovela, espera encender de nuevo sus superpoderes contra los madrileños. Esta temporada no ha sido la más suave para Dani, pero su debut con el Barça parece sacado de un cuento de hadas… aunque sin calabazas.

El reencuentro con el césped fue épico: su entrada en el campo fue tan chispeante que casi provoca un penalti y, minutos después, lanzó un misil al palo que dejó a la portería del Rayo temblando. Pedri se encargó de empatar y, con la ayuda de un pase de Lamine Yamal, Olmo marcó el gol del triunfo, dando a los culés tres puntos que supieron a gloria.

Hasta el exseleccionador germano, observador destacado, calificó la entrada de Olmo como la clave maestra, mientras lamentaba la lesión de Marc Bernal. Sin embargo, la temporada de nuestro héroe ha estado llena de más giros que una montaña rusa en el Tibidabo.

Primero no pudo debutar por el famoso fair play financiero. Luego, una lesión muscular hizo de su recuperación una verdadera telenovela. Y cuando todos pensábamos que el drama había terminado, llegó el «culebrón» de enero: no pudieron inscribirlo antes de fin de año y LaLiga lo retiró de la lista, como un estudiante suspendido en la clase. Por fin, tras una decisión cautelarísima, logró regresar y jugar hasta con el Real Madrid, saliendo de la zona mixta más feliz que un perro con dos colas.

Después de una nueva pausa por sobrecarga, ahora Dani Olmo está listo para otra ronda. Y este lunes se enfrenta a un Rayo que, probablemente, intentará protegerse de cualquier truco bajo la manga. Una cosa es segura: cuando Olmo está en el campo, cualquier cosa puede suceder. ¡Que empiece el espectáculo!