Szczesny cierra la puerta con seguro triple …
En la academia del fútbol, el Barça acaba de aprobar con sobresaliente en «Cerrar la Puerta 101», gracias al profesor Szczesny, el guardián polaco de la serenidad. Aunque en enero todos debatían si este polaco brillaría o no, Hansi Flick, con su varita mágica, encontró una joya para colocar entre los tres palos azulgranas.
Diez partidas de supervivencia después, con palomitas en mano, Szczesny ha demostrado que ni una mosca tiene pase libre a su red. En su última hazaña contra el Rayo, nuestro héroe de la portería paraba pelotas y el tiempo, logrando otra portería a cero e impulsando al Barça a la cima de la clasificación. Este superhéroe sin capa ha saltado al campo diez veces y solamente nueve pelotas enemigas han encontrado el camino a su misión imposible, dejando a cinco adversarios frustrados sin marcar ni un gol.
En el partido de ayer, con la maestría de un ninja sutil, Szczesny dejó a los vitorianos con la boca abierta, ayudando a que con un solitario grito de gol de Lewandowski bastase para la victoria. «Es mi terreno de juego», parecía pensar mientras cerraba su portón, sonando a todo volumen la rapsodia del triunfo.
En Montjuïc, lo vimos rechazar maldiciones de Nteka, un ejército de balones y una samba de De Frutos. Falló apenas cuatro pases, pero quién se fija en detalles cuando la portería está tan bien vigilada que cualquier ladrón del gol se lo piensa dos veces antes de acercarse.
Al último pitido, Balde, con la sonrisa de quien ha ganado la lotería, declaraba el orgullo que no cabe en su camiseta: «Defensa nivel Dios, ¡meritazo total! ¿Hemos sufrido? ¡Claro! Pero nada que un día en el sofá no cure.»
Así que ahí lo tenéis, un Barça que no solo sabe marcar goles, sino que también ha aprendido a poner la «cerradura exprés» en su portería. ¡A por más cerrojos, culés!