¿PSG o Benfica? El Barça juega al escondite …

Un viernes 21 de febrero cualquiera en Nyon, Suiza, dieciséis equipos se preparan para lo que promete ser un sorteo de Champions más emocionante que una novela de Agatha Christie. En una esquina, el Real Madrid llega con 28 sorteos de octavos consecutivos a sus espaldas, mientras el Feyenoord recuerda cómo lucía el mundo la última vez que salió en la tómbola, hace 50 años. ¡Ya llovió!

En las apuestas, los blancos, tras presentar sus credenciales de favorito, parecen más fijos que el menú de casa de la abuela. Unos sospechosos diez golitos más tarde, el PSG también se cita a la fiesta, aunque lo hace algo despeinado por el Manchester City. ¿Y el Bayern? Ese ha pasado trabajando más contra el Celtic que un lunes por la mañana.

El sorteo promete: El Barça puede encontrarse al PSG, siempre que no se tropiece antes con el Benfica. ¿Y el Atlético? Podría verse las caras con el todopoderoso Madrid o incluso con el Leverkusen. Como si de un encuentro de tenis se tratara, cada cruce se decide dependiendo de cómo terminaron en la fase de liga. Que si primeros con los del play-off, que si terceros con los del quinto pino… ¡Un lío de proporciones épicas!

Ni Sherlock Holmes podría resolver la maraña de cuartos y semifinales que deparará el destino en este evento. Y ya que estamos, igual que prometemos no meternos a discutir con la suegra, tampoco nos pelearemos con el Real Madrid, el Bayern y el PSG, fijos como un bolero en el karaoke, sumando más presencias en estos sorteos que excusas para no ir al gimnasio.

El Madrid, con 28 veces en el bombo, puede contar más títulos que dedos en manos y pies (y ya probamos varias veces). Los de Ancelotti son así, como ese invitado que no se va nunca de la fiesta. El Atlético se suma al grupo de ilustres, eso sí, con suerte contraria, perdiendo hasta unas cuantas finales contra el vecino blanco. Pero mira tú, el Barcelona parece haber encontrado la brújula después de perderse un par de veces en la fase de grupos.

El Inter, el enigma del fútbol italiano, campeó en 2010 y luego desapareció como mago en show barato. Sin embargo, ha vuelto a la vida con un par de octavos y hasta una final más reciente contra el City. El Arsenal podría escribir un libro titulado «El regreso del hijo pródigo» tras años sin sonar su nombre en la cúspide europea, gracias al renacer de Arteta.

¡Ah, y qué decir del Liverpool! Esos que arrasaron sin piedad en la Liga, como si de un buffet libre se tratara. Aunque, bueno, las finales, mejor olvidarlas, especialmente las contra el Madrid.

Y no nos olvidemos de los nombres que se escuchan como un eco lejano: Aston Villa, Feyenoord, y todos esos equipos que parecen más historias de fantasmas en noches de hoguera que realidades del fútbol europeo.

En fin, como diría la abuela, ¡veremos qué nos depara el sorteo en la sede de la UEFA, donde el fútbol huele a café y croissants recién horneados! ¡Hasta la próxima odisea deportiva!