El viaje del talentoso culé hacia el glamour del Mónaco…
Dicen por ahí que Ansu Fati ha decidido dejar la cantera del Barça, pero antes firmó una extensión de su contrato que lo lleva hasta 2028. Vamos, que se aseguró un pase VIP de regreso al Camp Nou. Pero, por ahora, el joven prodigio está empacando sus botas rumbo al Mónaco, donde probará suerte en el reino de los casinos, los coches lujosos y aparentemente, del fútbol, ya que está cedido hasta el próximo verano. Parece salido de una novela, pero entre la balada de ostracismo azulgrana y el sol de la Riviera, Ansu ha apostado por lo segundo.
¿Y qué deja atrás en el Camp Nou? Un banquillo frío, tan frío como un helado de limón en Siberia. Ansu contó minutos de juego con cuentagotas, tal como un niño cuenta sus caramelos antes de Halloween. Solo 298 minutitos en la temporada pasada, cuando los delanteros azulgrana jugaban al musical de sillas en el área. Su rabia al no jugar era tal que dicen que los rivales se asustaban más por su mirada fulminante que por los goles de Lewandowski.
Pero no todo está perdido, su llegada al Mónaco es un nuevo capítulo. Estará junto a Ferraris y tortugas de lujo, o eso nos hace pensar su nuevo destino en la Ligue 1. El culé deja la puerta entreabierta en el Barça, como quien deja la ventana abierta en una boda esperando que vuelva un globo perdido. Así que no se preocupen, que Ansu podría volver para devolver a los azulgranas a lo más alto con su ingenioso pie. El Mónaco bien podría convertirse en su casino del fútbol donde Ansu apuesta por un seis con la bufanda culé de respaldo.