El Atlético, más confuso que un pulpo en un garaje…
¡Atención, atención! El Atlético ha logrado un hito digno de aparecer en los libros de récords del fútbol… bueno, tal vez solo en los que usamos como alzadores de mesas cojas. Resulta que lograron salir con seis puntozuelos del Mundial. Imagínate, como si fueran superhéroes, pero con capa de papel y sin destino claro. ¡Y pensar que seis puntos son más de los que obtuve yo en matemáticas!
No nos volvamos locos a aplaudir todavía. Aunque ciertamente es una proeza digna de mención, cual pulpo adivinando resultados durante el Mundial, el Atlético también compitió en otros baremos poco convencionales. Están los medidores reales, como la competitividad y la calidad del juego. ¡Ah, esos misteriosos intangibles que siempre aparecen para marear la perdiz!
En un alarde de emociones que dejaría a una montaña rusa a la altura del betún, parece que el Atlético jugó al escondite con la gloria. Y aunque intentó encontrarla, tal como un explorador buscando agua en el desierto, finalmente tuvo que devolverse a casa. Eso sí, con la cabeza alta y los bolsillos llenos de experiencias, más que del propio trofeo. Y mientras se decide si medir con cinta métrica o yardas su épica participación, ¡ya nos quedamos con la sonrisa de saber que lo intentaron como campeones!