Choques, coches y protocolos: el lío catalán…
En un giro digno de una película de acción, el Espanyol-Barcelona casi se convierte en una carrera de ‘Autos Locos’. Justo antes de que los jugadores se pusieran a correr en el césped, un coche decidió organizar su propio derbi en los alrededores del estadio, dejando una estela de caos y 16 contusionados. Quizás el conductor pensó que los mossos eran parte de la delegación olímpica y que el salto de obstáculos era una competencia nueva.
Albert Palacio, nuestro experto en desmadres vehiculares y portavoz de USPAC, explicó que no, que no había un agujero negro en el dispositivo de seguridad, aunque sí había un agujero de ignorancia en los protocolos que bien valdría la pena revisar. Dice que con el estadio montado como un juego de Tetris gigante, es imposible cerrar todas las calles. Si esta vez decidieron romper coches, esperemos que no pasen a las bicicletas o, peor, los patinetes.
Al ser abordados por la teletransportación deficiente de los mossos, Palacio dejó claro que no hay fórmula mágica para estar en todos lados a la vez. A no ser, claro está, que alguien llame al Dr. Extraño, pero mientras tanto, los mossos llegan a pie firme y con botas bien puestas, amando la seguridad más que un gol en el último minuto.